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Bolas elige champú

Bolas elige champú

Era una mañana fría de invierno, Bolas ya había hecho sus deberes en la biblioteca y,  cuando eran las 11:40, recogió sus libros y libretas, se puso el "chubasquero pescanova verde", cogió su paraguas gris con empuñadura femenina y se dirigió (dando pasitos de bebé) hacia una aventura interesante: había decidido comprar un champú decolorante  y tratante para su reciente problema de envejecimiento capilar.
Bolas decidió comprarlo en una perfumería porque los champús de farmacia no tenían un olor agradable; el problema fue decidir a qué perfumería iría......En primer lugar  eligió la calle Real para controlar lo que proyectaban en el Cine Paris, pensó que después de algo  tan importante como la compra de un champú, necesitaría sentarse y distraer la mente con una buena película (eso si el champú le salía bien de precio, ya que su presupuesto era  ajustado). Seguidamente  se paró delante de Perfumería Garrote, pero al ver que había cinco dependientas (todas ellas mujeres) le dio un poco de reparo entrar.
Vagaba Bolas por la calle de los vinos, sin encontrar ningún establecimiento mercantil adecuado para su compra, hasta que llegó a la Plaza del Humor, en donde se encontró con Perfumería-Droguería-Regalos Lodeiro (tienda favorita de Paloma López), decidió entrar al ver la variedad de artículos del escaparate, la dependienta al verlo lo asaltó con la frase ¡Buenos días!, ¿deseaba algo?..... - para Bolas esto era nuevo, pues nadie se había dirigido a él con más de dos palabras ( "aparta, gordo"   "¿tiene hora?"   "¡vaya despistado!" .....)-  él con la voz entrecortada por la emoción dijo "Si, quería un champú" y con un dedo señaló su  cana. La joven dependienta se echó a reir y Bolas, con el rostro enrojecido, sacó su cuerpo serrano de allí , como alma que lleva el diablo. Humillado y dando pasitos de bebé, se dirigió a Supermercados Claudio (pensó que allí nadie le preguntaría nada, porque te servías tu mismo). Cogió una cestilla para poca compra y buscó la sección de aseo personal y....¡allí estaba!, ¡era él....su champú!, su precio era de trescientas ochenta y siete pesetas y en la etiqueta decía "champú decolorante y tratante, especial para personas con problemas psicológicos e inminentes signos de calvicie"......aquello era más que un champú. era la vida de Bolas resumida en la solapa de una cajita blanca, por aquel producto Bolas lo habría dado todo, hasta su virtud....
Bolas se dirigió a la cajera  con las trescientas ochenta y siete pesetas en la mano y con una sonrisa de oreja a oreja, la muchacha lo miró extrañada y le cobró, ofreciéndole una bolsa para que guardara aquel tesoro, pero Bolas, con un gesto, manifestó su deseo de meterlo en uno de los grandes bolsillos del chubasquero pescanova, el momento "violines de  fondo" se vio interrumpido por un  grito..... ¡¡el siguienteeeeee!!!!
Bolas era feliz.... todavía más feliz que cuando se enteró de que la barba no era un problema genético, sino que le salía a muchos hombres. ¡¡Y si Bolas es feliz, todos somos felices!!  verdad?????

                (Próximo capítulo:  A Bolas le arranca la can............)

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