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Historias de terraza

Historias de terraza

Esta mañana, leyendo el post de una amiga, me recordó la cantidad de cosas que se pueden presenciar mientras tomas un cafe en la terracita de tu cafetería habitual. Es curioso que con el primer fin de semana primaveral, la gente sale poseída a "tomar por asalto" las terrazas .
Primero tenemos las escenas habituales: la "anciana con perrito" que pide un café con leche y un vaso de agua, después de anclar a su mascota a la pata de la silla o la mesa, sin darse cuenta de que la correa es extensible, por lo que el perro acampa a sus anchas.
Después tenemos al "pensionista del periódico" que cambia la barra de la cafetería del invierno, por la mesa al lado de la puerta en la terraza; siempre acapara los periódicos del local y la taza del café que se pidió a primera hora le sirve para evitar que las páginas que va pasando, no vuelen con el viento. Suele ser madrugador y se pasa la mañana poniéndose al día sin hacer más gasto que un café cortado.
Suele ser habitual encontrarse a la "pareja de jóvenes amantes recién duchados", siempre formada por  treintaañeros casi independientes que han dormido juntos la noche anterior, se les conoce porque siempre van con el pelo mojado y ella suele llevar una sudadera o camiseta de él, por aquello de que la ropa del día anterior, no procede después de pasar por la ducha (nunca se dan cuenta que los tacones las delatan). Suelen consumir desayunos completos para reponer fuerzas, después de una noche de copas y desenfreno.
Ya en el grupo de los menos madrugadores, tenemos a la "familia con bici"; suelen ser pareja mixta con uno o dos hijos pequeños y la bici de la criatura, la cual aparcan al lado de la mesa para provocar tropezones. Se les distingue también por lo que suelen consumir: los padres un par de cañitas y un par de zumos para los infantes....ah, y unas patatitas para picar y evitar que "les entre el hambre antes de las 3". Suelen provocar alguna escenita tipo.....los niños subiendo y bajando de las sillas, el padre protestando porque han bajado la bici y total no la usan, la madre gritando al niño para que no vaya a tocar al perro de la anciana y al final.....accidente con resultado rasguño porque el niño torpe termina tropezando con la bici.
Por último, un personaje que no puede faltar en ninguna terraza es "el espía tranquilo", que tanto puede ser hombre como mujer; es aquel personaje que pretende tomarse un café de paso que ha bajado a por la barra de pan, suele llevar gafas de sol, pero no porque le afecte la claridad, sino porque así puede presenciar las escenas de todos los personajes anteriores. Después de tomarse el café y fumarse un par de cigarrillos, disfruta con el ir y venir de las personas, nunca consigue que quede libre el periódico, le suelen derramar el café uno de los niños de la mesa de al lado y, cuando se levanta a pagar, casi se mata por enroscarse con la correa extensible del perrito de la anciana. En fin, que cuando llega a casa, respira profundamente y piensa....."no vuelvo a hacer de dominguero!!!!!"
Yo, lo confieso, pertenezco a este último grupo.

1 comentario

Yolanda -

Buenísimo. Es la cruda realidad, yo si bajara de terrazitas tempraneras de domingo pertenecería al grupo de la pareja con dos hijos pero, por supuesto, sin bici.
Me encanta!!!!!