De vuelta a casa
Y llegó lo inevitable......... como todas las cosas buenas, las vacaciones se terminan pronto!!!!
Este año has decidido aprovechar el apartamento hasta el último momento, por lo que toca madrugar para preparar la marcha, ya que piensas que es mejor salir antes que los demás para evitar atascos.....que iluso!!!!!
Aún no ha salido el sol y se puede ver la misma escena en toda la urbanización: coches con los maleteros abiertos, aceras ocupadas por niños bostezando y matrimonios discutiendo porque misteriosamente se ha duplicado el número de maletas.
Cuando consigues cerrar la puerta del maletero (no sin antes encomendarte a todos los Santos para que no se abra en medio de la autopista) empieza una de las más duras jornadas del año, tanto que echas de menos aquel día en la oficina, cuando se estropeó el ordenador y tuviste que teclear con la Olivetti el informe para tu jefe.
La serpiente multicolor se encamina a la rotonda de acceso a la autopista, bienvenido al primer atasco del dia!!!!! Y después viene la DGT diciendo que controles la velocidad.....JA!!!!
Con una media de 40 km por hora, llegas por fín a la zona multicarril y ahí empieza la cantinela de los ocupantes de los asientos traseros: ¿cuánto falta?, ¿quiero desayunar!, ¡tengo que hacer pis! .......toca revisar la guía Repsol para planificar la primera parada.
Como no quieres caer en el mismo error de todos los años, decides pasar de las areas de descanso de la autopista y optas por salir en uno de los pueblos, así te ahorrarás esperar turno para conseguir unos cafés con unos churros......ERROR!!! Curiosamente unas 80 personas han pensado como tú y te encuentras en un bar de pueblo, con solo una persona detrás de la barra......segundo atasco del dia!!!!
Ya has desayunado, los peques se han quedado dormidos y el asfalto te espera durante cientos de kilómetros. Este es el momento del día en que te planteas si merecen la pena o no las vacaciones tan lejos de tu casa.
Después de paradas varias para evitar roturas de vejiga, comer unos bocatas y estirar las piernas, te encuentras delante del cartel que indica que está terminando la tortura, solo quedan unos kilómetros para entrar en la ciudad......tercer atasco del día!!!
Durante las dos horas que has tardado en llegar a casa, juras y perjuras que no volverás a repetir la experiencia, que no compensa, que, como en casa, no se está en ningún sitio. Pero al día siquiente te sorprendes a tí mismo, hablando con los compañeros de trabajo de lo bien que lo has pasado, de que tu apartamento tenía una habitación más que el de Fernández y que estaba más cerca de la playa que el del tonto de contabilidad y, sin saber por qué, te encuentras buceando en internet, en busca de la urbanización en la que acaba de estar tu jefe para ir haciendo la reserva del año que viene.
¡ Si es que somos animales de costumbres !
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Mcfly -