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El amigo Paco

El amigo Paco

Como la felicidad, la amistad es algo que se tiene o no se tiene y Bolas no andaba muy bien de amigos.
Cuando era pequeño, en la escuela, a Bolas lo sentaron en la fila de atrás porque era muy grandote y no dejaba ver la pizarra a los niños de detrás. De sus compañeros de clase, ninguno prestaba atención a Bolas, pero un día llegó un nuevo compañero que se llamaba Luis Morales y que era muy listo, muy guapo y de muy buena familia. Venía Luisín desde los Montes Urales, en donde tenía su residencia desde el día en qué nació, pero después de ocho años, a su padre (que era guarda forestal en los Urales desde el año 36 , que aprobara la oposición) lo destinaron a Coruña.
Luisín, desde el pirmer día , se mostró muy agradable con Bolas; el motivo era muy sencillo ¡Bolas le daba pena!...su aspecto desaliñado, sus pies descalzos y el olor que desprendóa a "sudor  afincado desde hace días". Luisín se compadeció de él y como su familita era católica, le habían inculcado desde pequeño sentimientos caritativos hacia los menos afortunados....sin duda, Bolas era uno de ellos.
A Bolas le costaba creer que alguien como Luisín Morales fuera su amigo, pero le gustaba tanto la idea, que prefirió no preguntarse el por qué.
Fueron días felices para los dos muchachos, pero solo "días".....Luisín después de 22 días tuvo que marcharse, volvían a destinar a su padre, esta vez al Coto de Doñana (realmente en Coruña de guarda forestal, no pintaba nada). El día de la despedida, Bolas tenía lágrimas en los ojos y moquillo en la nariz, le dio un fuerte abrazo a Luisín y contempló como se alejaba su tren hacia tierras desconocidas.
Pasaban los años y Bolas no conseguía hacer amigos, pero el recuerdo de aquellos 22 días era tan fuerte, que no le daba importancia a la soledad.
Un día, estando Bolas sentado en la biblioteca, un muchacho tropezó con él, bueno más bien con su pie, que estaba en medio del pasillo (aquellos asientos no estaban pensados para gente tan grande). Se dio un trompazo de impresión y Bolas, educado como siempre, le tendió una mano para ayudarle. Al mirarse, algo nació entre los dos: AMISTAD. Después de mirarse durante largo tiempo, salieron cogidos de la mano, en busca del pasillo (para no molestar)  y alli se pusieron a charlar. Tenían cosas en común (ambos con barba y medio calvetes) y la charla animada les hizo olvidar que no sabían ni sus nombres, Bolas (como un lince) tomó la iniciativa: "hola, me llamo Bolas" a lo que el colega respondió "Pues yo no.....mi nombre es Paco" y un apretón de manos selló aquella amistad para siempre (¿seguro?).
Los dos se volvieron inseparables, iban juntos a todas partes: a la compra, al cine, al baño de la biblioteca , a misa los domingos....... ¿no es hermoso  que un hombre como Bolas , encuentre un amigo com Paco? ¿puede el destino dejar sin un mismo rumbo dos almas gemelas?

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